La vitamina D, más que una vitamina, es una hormona que participa en mecanismos tan importantes como, por ejemplo, el metabolismo del calcio. Si nuestro cuerpo no tiene suficiente vitamina D, la absorción intestinal del calcio se ve disminuida y, por lo tanto, nuestro sistema óseo se ve afectado de forma negativa.
Pero el papel de la vitamina D va más allá del sistema óseo. Tener niveles adecuados de vitamina D podría ayudar a prevenir1 enfermedades cardiovasculares, la fibromialgia, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, las infecciones respiratorias, la psoriasis, la debilidad muscular, la diabetes, la hipertensión arterial, el asma y algunos tipos de cáncer.
Hay muy pocos alimentos que tengan cantidades significativas de vitamina D. En teoría, esto no debería ser un problema porque nuestro organismo es capaz de producir la vitamina D que necesitamos a través de los rayos ultravioletas (UV) que recibimos del sol.
¿Tomo el sol?
Para mantener unos niveles correctos de vitamina D, una persona debería tomar el sol unos 15-30 minutos cada día. Esto, aunque parece algo muy fácil de conseguir, para la inmensa mayoría de las personas es algo imposible de llevar a cabo durante todo el año.
Además, para que nuestro cuerpo pueda sintetizar la vitamina D que necesitamos, es importante exponernos al sol de forma directa, es decir, sin que haya ninguna barrera entre el sol y nuestra piel. El protector solar, el cristal de la ventana, el maquillaje y la ropa son algunos ejemplos de obstáculos que impiden que la piel entre en contacto con los rayos UV del sol y, por lo tanto, no podamos generar de forma correcta la vitamina D.
Entonces… ¿tomo un suplemento?
Hay que tomar un suplemento de vitamina D aquellos días en los que no es posible conseguir una exposición solar adecuada. En España, los meses más complicados son de noviembre a febrero.
Por un lado, hay muchas menos horas de sol. La mayoría de las personas salen de casa para ir al trabajo cuando todavía no ha salido el sol y salen del trabajo cuando ya es prácticamente de noche. Por otro lado, se suele ir mucho más abrigado, incluso con guantes y bufanda, por lo que hay mucha menos superficie de contacto con el sol.
Nuestro consejo y el de muchos otros profesionales es tomar un suplemento de unas 1.000 UI (25mcg), al menos, de noviembre a febrero. Aunque en algunos casos es posible que también haga falta en octubre y en marzo e, incluso, durante todo el año.
En definitiva, tenemos que aceptar que hemos evolucionado de forma que pasamos muchas horas encerrados y con luz artificial, lo cual hace que necesitemos la ayuda de un suplemento para conservar (o mejorar) nuestra salud.
Respaldo científico:
National Cancer Institute. Vitamin D and Cancer Prevention
National Institute of Health. Vitamina D. Fact Sheet for Consumers